¡Buenos días a todos!
Hoy os traigo una entrada con una temática algo diferente. Sé que hay personas que me leen que están empezando en este mundillo del maquillaje y a veces me dicen que se pierden con los pasos de los tutoriales, etc. así que he decidido ir haciendo de vez en cuando entradas explicando algunas cosillas y dando trucos y consejos para hacérselo más fácil…Aún así y como siempre digo, para mí tanto el maquillaje como la moda son dos formas de expresión y creatividad, por lo que siempre os invito a experimentar y a llevar aquello con lo que os sintáis más cómodos 😉 ¡Empezamos!
1- Lo primero para realizar un buen maquillaje es utilizar productos adecuados a tu tipo de piel y, para ello, tienes que conocerla. Has de saber si tu piel es mixta, seca o grasa y utilizar una base de maquillaje adecuada para ella. Si tenéis la piel mixta, grasa o con tendencia acnéica, lo mejor es utilizar productos específicos matificantes, libres de aceites y no comedogénicos ya que lo contrario sólo empeoraría el aspecto de vuestra piel provocando que os saliesen brillos y más granitos. En caso de tener la piel seca lo más conveniente es utilizar productos más emolientes que no resequen vuestra piel y la mantengan hidratada.
2- También debéis conocer vuestro tono de piel si queréis dar con la base de maquillaje adecuada. Es importante conocer si vuestra piel tiene un subtono cetrino (amarillento), rosado o neutro y utilizar una base adecuada tanto a vuestro subtono como a vuestro tono. Por poneros un ejemplo, mi piel es muy pálida, pero tengo un subtono amarillento, por lo que las bases con subtono rosado me sientan fatal y no resultan nada naturales en mi piel. No os recomiendo que hagáis eso de usar una base varios tonos más oscura que el vuestro para parecer más morenos/as. Quedará muy artificial y os apagará la piel haciéndoos parecer más mayores. La función de la base es cubrir y disimular imperfecciones, no dar más color. Para eso hay otros productos como el bronzer y el colorete.
3- En la línea de lo anterior, no pongáis el bronzer por toda la cara como si no hubiese un mañana; el objetivo no es parecer naranjito. Aplicadlo suavemente en aquellas zonas donde el sol os daría de forma natural (pómulos, nariz, laterales de la frente…) o incluso por todo el rostro pero de forma muy sutil con una brocha de pelo muy suelto y haciendo más hincapié en las zonas anteriormente descritas.
4- Que se lleve algo no quiere decir que a todo el mundo le siente bien ni que tú estés obligado/a a llevarlo. Con esto me estoy refiriendo, por ejemplo, a realizar el contorno super definido tipo Kardashian que se lleva. No a todos los tipos de rostro les sienta bien esta técnica. Se aplican tonos más oscuros (normalmente con subtono grisáceo) para hundir o esconder ciertas zonas e iluminador para resaltar otras, pero para hacer esto de manera adecuada, hay que conocer nuestro rostro, su forma y qué es lo que conviene resaltar y qué conviene disimular. En mi caso, no realizo un contorno muy marcado en la zona de los pómulos ya que yo ya tengo esta zona marcada de por sí y se vería demasiado exagerado.
5- Si vais a realizar un contorno definido, no utilicéis bronzer con subtono anaranjado, ya que se vería bastante artificial. Es mejor utilizar alguno con subtono grisáceo o topo como el «Bahama Mamma» de The Balm, el «Chocolate Soleil» de Too Faced o el «Hoola» de Benefit.
6- No pongáis iluminador en zonas en las que tengáis imperfecciones a no ser que estén muy bien trabajadas, porque no haríais más que resaltarlas y atraer la atención hacia ellas. En mi caso, tengo marcas de acné en la barbilla, así que no suelo poner iluminador en esa zona.
7- Algunas tonalidades de marrón en los ojos (sobre todo los de subtono rojizo) provocan un aspecto de cansancio en algunos tonos de piel, así que ojo con esto. Para contrarrestar este efecto, delinead por dentro y por fuera con negro y se acabó el problema ;). También podéis delinear la línea de agua inferior con un lápiz de color crema o beige y conseguiréis una mirada más abierta y descansada.
8- Si tenéis imperfecciones que cubrir, no os recomiendo aplicar mucho producto con el fin de taparlas, ya que lo único que conseguiréis es que la piel se vea demasiado artificial y cargada. Es mejor utilizar correctores y bases cuya fórmula sea cubriente o modulable pero ligera al mismo tiempo.
9- Si aplicáis la base con una brocha tupida, tratad de no arrastrarla por la piel, sino de aplicarla a toquecitos e ir fundiéndola poco a poco con la piel. He visto muchas personas aplicando la base con una brocha tupida tipo Kabuki como la famosa F80 de sigma, haciendo círculos y arrastrando el producto por toda la cara. Al hacer esto, arrastrareis también los productos que hayáis aplicado anteriormente como el corrector y perderán su cobertuta y, en el caso de tener acné o granitos, podríais esparcir la infección por otras partes del rostro, además de irritar la piel. Al arrastrar la brocha de esa manera, acabamos haciendo una especie de microexfoliación y sacándonos pellejitos que no casarán bien con nuestro maquillaje, especialmente si además estamos utilizando productos secantes o exfoliantes para tratar nuestro acné.
10- Cuidado con aplicar un corrector mucho más claro que nuestra base en la zona de la ojera. Es cierto que elegir un corrector uno o dos tonos más claros que el resto de nuestra piel para esta zona, hace que parezca que lucimos una mirada más fresca y despierta, pero si nos pasamos, se verá artificial y se notarán dos antiestéticos semicírculos blancos, especialmente en las fotos con flash ;).
¡Y hasta aquí el post de hoy! Pronto tendréis el siguiente volumen de esta serie de posts con más recomendaciones.
¿Qué os parece? ¿Os ha resultado interesante? ¿Preferiríais que lo explicase a través de vídeos? ¿Tenéis alguna duda sobre maquillaje o moda que pueda resolveros? ¿Cuáles son vuestros trucos?
Un abrazo enorme y ¡gracias por estar ahí!
Raquel